¿Hemos tocado fondo?

¿Hemos tocado fondo?

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¿Hemos tocado fondo?

Una cuestión recurrente a lo largo de las últimas semanas es la posibilidad de que, ¡por fin!, parece que hemos tocado fondo. Bueno, ciertamente la cuestión no es tan sencilla. Algunos, los más optimistas, piensan que ya hemos rebotado y que el proceso de crecimiento ha iniciado su recorrido. Otros, no los más pesimistas, entienden que estamos cerca del fondo del pozo. Lo cierto es que unos y otros se fundamentan en la información de diversos indicadores que últimamente parecen mostrar que el ciclo industrial global está en expansión, que el núcleo europeo recobra la senda de crecimiento, que la desaceleración de China no va a ser tan importante este año, y, tras los matices al cambio de rumbo de la política monetaria americana por parte de la Reserva Federal, el respiro de algunos países emergentes… son un conjunto muy importante de buenas noticias que se traducirán en una salida de la recesión en nuestro ámbito geográfico en el corto plazo. Además no hay que olvidar el comportamiento de los mercados financieros que, si anticipan el futuro, sus últimos movimientos serían una confirmación de lo que apuntan el resto de indicios.

En fin, que tras una larga travesía por el desierto parece que saldremos, no del pozo porque estamos abajo, pero sí comenzamos a subir la cuesta que lleva hacia la salida. Evidentemente no seremos nosotros los que enfriaremos estas sensaciones, que son ciertas, pero sí conviene darse un baño de realismo porque la crisis que estamos padeciendo es compleja, multidimensional, global, y se podrían seguir poniendo adjetivos en la lista. En definitiva, la prudencia a la hora de valorar el momento económico es un requerimiento necesario puesto que, a nivel global, si se mueve una pieza otra parece sobrar y los movimientos son continuos, de signo positivo, pero también de signo negativo. Desafortunadamente, tenemos la crisis administrativa / política americana, las dificultades para alcanzar medidas de calado económico / político en Europa, el riesgo que suponen los excesos en materia de política monetaria, el elevado endeudamiento, y casi es mejor no continuar con esta lista. Este es un post lleno de metáforas. La economía global se encuentra como los equilibristas del circo que realizan su trabajo a 30 metros de altura, se puede llegar al otro lado pero no es una tarea sencilla, requiere concentración y desgraciadamente es un recorrido con obstáculos.

Se preguntarán cual es nuestra opinión al respecto. En este sentido compartimos el optimismo del resto de los analistas económico / políticos. Es decir, creemos que estamos en el fondo, no sabemos si hemos tocado o rebotado, pero el ajuste parece llegar a su fin tras una serie de años de caídas de renta. Y coincidimos con ellos que en breve nuestra economía comenzará a crecer. Pero somos conscientes de que todavía queda recorrido. No vemos claro que el crecimiento tenga el impulso suficiente en un entorno de unos sectores privado y público endeudados. No vemos claro que el sector exterior pueda más que compensar el escaso dinamismo de la demanda interna. No vemos que el crecimiento pueda ser capaz de reducir significativamente la tasa de paro. Pero somos optimistas porque es importante que se produzca el giro y porque estamos esperanzados en que algunas de las decisiones políticas que todavía están en el alero de las autoridades se tomarán en la dirección adecuada.


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