Expectativas económicas para 2014

Expectativas económicas para 2014

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Expectativas económicas para 2014

Acabamos de comenzar 2014 y las sensaciones desde la perspectiva económica son, cuando menos, confusas. Los mercados financieros tuvieron un comportamiento muy positivo el último trimestre de 2013, pero el inicio de este curso ha sido titubeante. Y todo ello justo cuando se certifica por parte del Eustat y del INE que Euskadi y la economía española crecieron un 0,3% el último trimestre del año pasado. Alguien podría aducir que la Bolsa, el mercado más mediático, adelanta la marcha de la economía y que las expectativas de crecimiento se recogieron antes de que se hayan materializado, pero entonces ¿qué significa el parón del mes de enero? Y es que tampoco encaja con las previsiones del ministerio de economía, que desde mediados del año pasado lanza las campanas al vuelo por las perspectivas de nuestra economía dando por cerrada la recesión con cierta rotundidad.

Para tratar de poner algo de orden en todo este puzle en el que se ha convertido la economía global, es preciso entender que el modelo de salida de la crisis en Euskadi y España depende de la marcha del resto del mundo: necesitamos de la aportación del sector exterior para conseguir un ritmo de crecimiento que pueda mejorar nuestras variables internas.

En lo que respecta a la economía global las expectativas son que los registros del año en curso superarán con claridad a los de 2013. Concretamente, las medias de las estimaciones de los analistas para 2013 son del 2,4% y del 3,1% para 2014. Pero las cosas no son tan simples. La realidad del crecimiento global es muy diferente según las zonas que miremos. En EEUU, Reino Unido, Alemania y Japón, el crecimiento cobrará un cierto impulso, especialmente en el caso de los dos primeros en los que la tasa superará la barrera del 2%, y en el caso del país asiático y la locomotora europea se aproximará a dicho valor.

Por el contrario, la situación es más compleja en los países emergentes. En algunos casos existen problemas de crecimiento, en otros de inflación o de desequilibrios fiscales y externos. No es que “todos” los países tengan “todos” los problemas, de hecho algunos muestran un desempeño económico razonable, pero los mercados no discriminan y la actuación de la Reserva Federal americana de retirar los estímulos económicos ha desencadenado caídas bursátiles, salidas de dinero internacional de los mercados de deuda, subidas de tipos a corto y medio plazo y la depreciación de las monedas en el área. Es relevante destacar la importancia de China en este contexto: el gigante asiático arrastra problemas en su sector financiero, hay claros síntomas de que existe una burbuja en el sector inmobiliario y sus expectativas de crecimiento del PIB pasan por una desaceleración de una décima para 2014, con un valor del 7,6%.

No pensamos que la inestabilidad que se ha instalado en el área vaya a convertirse en una crisis mundial por el momento, pero sí es verdad que hay dos elementos que llevados al extremo pueden ocasionar problemas: la subida de tipos de interés en EEUU y una desaceleración económica mayor de la esperada en China.

Respecto a la situación en Europa Alemania y el Reino Unido se esperan tasas de crecimiento del PIB próximas al 2% pero, en lo que respecta a la zona euro, la media de los analistas se encuentra en un crecimiento del 1%.

¿Cuáles son las expectativas en Euskadi y España?

Las previsiones que manejamos en LABORAL Kutxa son de un crecimiento modesto en ambos ámbitos. Concretamente, esperamos una tasa del 0,6% para el conjunto del Estado y del 0,8% para Euskadi. En ambos casos la demanda interna aportará muy poco al crecimiento –en el caso de Euskadi podría aportar una décima y en el caso de España restar alguna- y será la demanda externa la responsable del comportamiento final. No es complicado entenderlo debido a que, aunque el consumo privado aportará en positivo, la tasa de paro es elevada al igual que el endeudamiento privado, por lo que no se puede erigir en motor de la economía.

Sin embargo, un elemento muy relevante es el despegue de la inversión reflejado en el componente de bienes de equipo. De hecho, la recuperación sostenible de la demanda interna pasa porque la inversión se convierta en una realidad. Un presupuesto básico para que esto suceda es que el sector industrial vea mejora en los resultados y expectativas. Ciertamente el tirón del sector exterior y los últimos datos de la central de balances parecen confirmar estos apuntes, por lo que es probable que en 2014 la inversión comience a despuntar. Ello puede ser la base de la posterior mejora del mercado laboral y logicamente de la demanda interna vía componente consumo, si bien desafortunadamente se produciría más allá del año en curso, posiblemente a partir de 2015. En definitiva, en lo que se refiere al mercado laboral y a la magnitud más relevante, la tasa de paro, no creemos que este año corrija más allá de unas décimas.

En resumen, 2014 será un año positivo y será a partir de 2015 cuando comenzaremos a ver mejoras en el mercado laboral y estaremos en el camino que nos lleve a la superación de la crisis.


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