Perspectivas económicas

Perspectivas económicas

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Perspectivas económicas

Recientemente el gobierno ha presentado los presupuestos generales del Estado para el año 2012. Con una reducción del déficit del 3,2% sobre el PIB, el ajuste del Estado, cifrado en 27.300 M€, ha sido calificado como el mayor esfuerzo fiscal de la democracia. Como ya hemos comentado en este blog, el ajuste viene acompañado de una serie de reformas estructurales y con todo ello se pretende sentar las bases de la recuperación y la creación de empleo.

Aunque se podría bajar al detalle de la propuesta del gobierno, el enfoque de este artículo se va a centrar en las expectativas de crecimiento del PIB y de los precios para el año en curso. A finales del año pasado, antes de que el gobierno anunciara las primeras medidas a adoptar, la expectativa de crecimiento para el año 2012 en el conjunto del Estado era de una caída del 0,5% del PIB con una tasa de inflación que rondaría el 1,6%, reflejando el escaso dinamismo de la demanda interna y, como siempre, mirando de reojo el comportamiento de los precios del petróleo debido a las tensiones en Oriente Medio. En el mes de marzo, el cambio tras las medidas anunciadas ha sido radical. La expectativa de caída del PIB para 2012 es ahora del 1,4%, manteniéndose aproximadamente la tasa de crecimiento de los precios. Es preciso señalar que las cifras apuntadas son medias de los valores estimados por distintos analistas económicos, por lo que lógicamente existe variabilidad alrededor de dichos valores. Por ejemplo, el gobierno estima una caída del 1,7% para el año en curso, es decir, un comportamiento más negativo que la media, mientras que el BBVA apunta una caída algo inferior, de un 1,3%. Como quiera que todas las estimaciones tienen un valor, aunque es preciso conocer las hipótesis sobre las que se construyen, queda claro que estamos en recesión y que nos queda una larga senda de trimestres con crecimientos negativos.

Y es que, como ya indicamos en el post sobre la consolidación fiscal, el ajuste lleva aparejado una caída del producto y ello es todavía más claro dada la magnitud del mismo. Una de las cuestiones que parece pertinente en estos momentos, y que desde luego no tiene una respuesta, es si no nos habremos pasado de frenada. En este sentido hay un interesante artículo publicado por el Fondo Monetario Internacional en el World Economic Outlook de octubre de 2010 donde se analizan los efectos de las consolidaciones fiscales a partir de los datos un conjunto de países relativamente amplio. Las conclusiones son claras: las consolidaciones son menos dolorosas si el país dispone de instrumentos a su disposición como la política monetaria o la cambiaria. De hecho, los ajustes fiscales tienden en un sistema de tipos de cambio flexibles a ser amortiguados vía sector exterior, debido a que la depreciación favorece las exportaciones y penaliza las importaciones. Por otra parte, la política monetaria suele “arrimar el hombro” flexibilizándose, con lo que de nuevo ejerce un papel amortiguador, especialmente si el ajuste se realiza por la vía del gasto. Téngase en cuenta que un incremento de los impuestos indirectos, el IVA, podría tener efectos no deseados sobre los precios que desanimarían a impulsar políticas monetarias laxas. Y ahora piensen en nuestra situación: tipo de cambio fijo y tipos de interés cercanos a cero (obviando las posibilidades de políticas monetarias no convencionales) con una autoridad monetaria supranacional. Algo así como ir a pasar la ITV con los amortiguadores tocados. En fin, como hemos comentado antes, no hay respuesta pero la duda es pertinente.

Este es un análisis del Departamento de Estudios de Caja Laboral. Una vez al mes contaremos con su punto de vista sobre diversos temas económicos de actualidad.


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