Internet para aprender

Internet para aprender

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Internet para aprender

Internet nació en los 70 para interconectar los ordenadores de un puñado de universidades americanas. Su objetivo era extender el conocimiento, no como dice el mito proteger los centros de mando militares ante una guerra nuclear. Dos décadas después, Tim Berners Lee inventó la web para que los científicos que trabajaban codo con codo en el mayor experimento del mundo (el colisionador de partículas del CERN) compartiesen su documentación de forma ágil y sencilla. Antes que unos grandes almacenes, internet fue un aula en donde compartir conocimiento. Afortunadamente, lo sigue siendo.

¿Hay algo que no se pueda aprender en la Red?

Las opciones para aprender en la Red son abundantes. Prueba de ellos son los videotutoriales más originales y variados (¿papiroflexia? ¿danzas húngaras? ¿recetas crudiveganas?) que pueblan Youtube. Una investigación demostró que incluso la cultura de baile urbano evoluciona hoy más rápido que nunca porque los bailarines comparten sus nuevos pasos por internet. Ahora, aprenden no solo de quien tienen más cerca: los nuevos movimientos saltan continentes al de poco de ser ideados y se amoldan a cada ritmo.

Las mejores universidades del mundo se han lanzado también a extender su conocimiento. Ofrecen cursos de todo tipo y condición para quien quiera seguir aprendiendo. No se trata solo de la ya clásica formación a distancia, que tiene muchas virtudes para quien no puede acudir al aula (por lejanía o por falta de tiempo), pero que adolece de los mismos inconvenientes que la educación tradicional: un entorno excesivamente cerrado y, sobre todo, unas tasas que dejan fuera a buena parte de quienes quieren saber más. Un buen número de universidades ofrecen ya los MOOC, acrónimo en inglés de Curso Online Masivo Abierto que están revolucionando el acceso al conocimiento.

¿En qué consiste la revolución de los MOOC?

Los MOOC no tienen limitación en el número de alumnos y alumnas por curso (de ahí lo de “masivos”), suelen ser gratuitos y en vez de la relación vertical y jerárquica entre el profesorado y quienes asisten, promueven la relación horizontal entre las personas que quieren aprender. Así, de esta interacción en foros y espacios de conversación entre alumnos y alumnas, surge un conocimiento más rico y valioso.

En este ámbito compiten universidades de primer nivel como la de Stanford (cuna de Google) y proyectos nativos digitales como Coursera. Coursera es una meta-universidad en donde instituciones de todo el mundo ofrecen sus cursos en una plataforma común. Algo similar brindan tanto Udacity o Edx.

Algunas entidades han optado por un sistema mixto, en el que los cursos son gratuitos, pero las certificaciones no. Así, conocer está al alcance de cualquiera pero se paga por acreditar ese conocimiento (esto es, por obtener un certificado firmado por la universidad que imparte el curso). El hecho de que la asistencia sea gratuita hace que la tasa de finalización de los cursos sea mínima: apenas el 10% de los inscritos concluyen los cursos, si bien el abandono se suele dar en la primera semana.

Las universidades de nuestro entorno también han empezado a apostar por abrir su conocimiento mediante esta vía. Mondragon Unibertsitatea –que al igual que el resto de centros de formación de formación de la Corporación MONDRAGON, es posible en parte gracias al apoyo de LABORAL Kutxa– ofrece desde 2015 cursos masivos abiertos. Los y las estudiantes pueden optar entre estos cursos: ‘Hacking ético 1 y 2’ y ‘Claves para la gestión de las cooperativas 1 y 2’.

Nuestro compromiso con la cultura financiera

LABORAL Kutxa es una cooperativa que tiene como objetivo fundacional proveer de recursos a otras cooperativas que generan empleo y riqueza en nuestro entorno. Pero ése no es nuestro único propósito: apostamos también por la normalización del euskara, por alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres y por promover una cultura financiera que permita a las personas tomar las mejores decisiones económicas para su presente y para su futuro.

Por eso publicamos un blog en el que no solo informamos de las novedades de la entidad, sino que ofrecemos pautas sobre temas tan variados como las desgravaciones de los autónomos, a quién conviene una EPSV, las medidas de seguridad al operar con cualquier banca online o los gastos que implica el primer año de un bebé.

Los contenidos que más interés han suscitado los publicamos también en una revista impresa que repartimos en las más de 300 oficinas de LABORAL Kutxa. ¿El objetivo? Algo tan difícil y tan sencillo como que aprovechemos mejor nuestro dinero para dedicarlo a lo que más felicidad nos reporte.


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