La cuestión de la confianza

La cuestión de la confianza

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La cuestión de la confianza

Recientemente desde LABORAL Kutxa hemos impulsado sendas encuestas de expectativas centradas en los agentes económicos más relevantes de nuestra economía: los consumidores y las empresas. En este post comentaremos los principales resultados y conclusiones que se pueden obtener del análisis de los datos. Pero quizá previamente sea necesario contextualizar el momento económico.

Si observamos el comportamiento inter-trimestral del PIB desde mediados de 2013, la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV) lleva encadenados 4 trimestres en positivo. Bueno, mejor dicho los tres últimos, con tasas de 0,3%, 0,3% y 0,4%, ya que el tercer trimestre de 2013 la tasa se mantuvo plana (crecimiento del 0%). En definitiva, cunde la sensación de que ha iniciado una fase de crecimiento y todos esperamos que sea el comienzo de la salida de una crisis excesivamente larga.

Pero veamos los datos referidos a las expectativas de consumidores y empresas comentados en el párrafo anterior. Así, se detecta que los consumidores vascos son pesimistas acerca del futuro; más concretamente a un año vista. No obstante, la visión de los consumidores no ha cambiado con respecto a la existente el trimestre anterior, ya que el valor del índice no presenta modificación alguna. Es decir, no son ni más, ni menos pesimistas (optimistas). En cambio, las empresas tienen una visión optimista con respecto al 4º trimestre de 2014. De hecho, el valor del índice se sitúa en zona de expansión.

La cuestión que surge inmediatamente es: ¿es posible que esto sea así? ¿pueden tener visiones tan dispares los principales agentes económicos de la CAPV? La búsqueda de algún tipo de lógica requiere profundizar en los indicadores parciales, cuya acumulación forma el valor de ambos índices. Así, si profundizamos en los datos empresariales observamos que sí esperan un contexto económico más positivo de cara al cuarto trimestre, lo que se traduce en mayor actividad y facturación, pero el crecimiento de la facturación se va a producir vía incremento de las cantidades vendidas y no de los precios, con una expectativa de rentabilidades similares a las del trimestre anterior.

Todo ello hace que las empresas no se decanten por invertir ni crear empleo –aunque tampoco destruirlo–, en el 4º trimestre. Con un panorama de estas características es sensato pensar que los consumidores no perciban mejoría aún. Ello pasa porque el empleo crezca, lo que sin duda redundará en un cambio en las expectativas de los consumidores que se materializaría en un comportamiento más positivo de la demanda de consumo. Es por ello, que ante cuestiones como las decisiones de consumo y de inversión de las familias, las respuestas son muy claras:

  • Las expectativas de consumo de los hogares empeoranya que la mitad de los encuestados afirma que su nivel de compras/gastos relevantes disminuirá (50%) o no lo variará (46%).
  • La demanda de vivienda se mantiene muy débil(apenas el 3% de los hogares valora la opción de compra). Con todo, se apunta una leve mejoría en la intención de compra de coche (5% seguro, 2% probable).
En definitiva, aspectos explicables que muestran lo que tantas veces hemos anunciado en este escenario: la crisis no ha terminado, aunque parece que hemos tomado el camino de salida.
Este es un análisis del Departamento de Estudios de LABORAL Kutxa. Una vez al mes contaremos con su punto de vista sobre diversos temas económicos de actualidad.


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