Qué es el IPC y cómo se calcula

Durante años ha servido para fijar los incrementos salariales. No es que realmente los salarios subieran, sino que se ajustaban al valor real del dinero para que las trabajadoras y los trabajadores no perdieran poder adquisitivo. Hoy día la crisis ha acabado en gran medida con esos incrementos casi automáticos pero el IPC sigue teniendo una importancia capital para hacer todo tipo de previsiones ¿sabes cómo se calcula?

Cómo se calcula el IPC

En una economía de mercado es bueno que los precios suban ligeramente todos los años. Eso anima a las compras y dinamiza la economía. A fin de cuentas es casi imposible que los precios se mantengan estables y un escenario de deflación (esto es, en el que los productos cuestan cada vez menos) puede ser catastrófico (¿quién va a comprar un coche nuevo si está convencido de que en unos meses va a pagar menos por él?). Los escenarios de deflación han sido históricamente tan malos como los de hiperinflación, esos en los que los precios subían a lo largo del día y se ponían en circulación billetes de millones (y hasta billones) que no valían ni el papel en el que estaban impresos.

Lejos de casos tan extremos, las variaciones de precios nos afectan en cualquier época. El Instituto Nacional de Estadística publica desde hace más de medio siglo el Índice de Precios al Consumo, la encuesta que informa de cuánto se han encarecido los productos que compran los hogares españoles. Un euro (realmente 166,386 pesetas) de 1961 permitía comprar lo mismo que 321 euros actuales. Y un euro de hace una década valía lo que 1,29 euros actuales, dicho de otro modo, los precios han subido en diez años un 29,2%.

Para calcular cuánto han subido los precios entre dos fechas, el INE ofrece una interesante herramienta para calcular las variaciones del IPC en la que se pueden desgranar los datos por comunidades autónomas. Así, descubrimos que en las últimas décadas La Rioja, la Comunidad Foral de Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca tienen el dudoso honor de liderar esta clasificación. La herramienta para calcular la actualización de rentas con el IPC general, también del INE, es aún más interesante: el sistema calcula cuánto vale ahora cualquier renta del pasado.

La cesta de la compra

El IPC busca calcular cuánto han subido los precios de los productos que compra una familia a lo largo del mes. Quedan fuera por tanto los productos industriales. Además, no todas las categorías tienen el mismo peso ni los productos son siempre los mismos. Aunque a menudo se hable de “cesta de la compra”, el IPC no tiene en cuenta únicamente los productos que podemos comprar en un supermercado, sino que engloba a todo el presupuesto familiar.

La inflación sin comida ni energía

La inflación subyacente es un IPC atípico en el que no se tienen en cuenta los alimentos frescos ni los productos energéticos (gasolina, gas, electricidad...). Estos dos apartados tienen un peso muy grande en el presupuesto familiar y son a la vez muy volátiles: el precio de los alimentos puede subir por una mala cosecha puntual, el alza del barril de petróleo por una guerra... Esos incrementos pueden no significar cambios globales en la economía del país. La inflación subyacente muestra de forma más clara que la inflación convencional cuál es la tendencia en el alza de los precios.

Medio siglo de cambios

Poco tiene que ver el gasto doméstico en los años sesenta con el de la actualidad. El último cambio en la lista de productos que sirve para elaborar el IPC fue a comienzos de 2012, y no estuvo exento de curiosidades: salían los CD grabables y entraban en su lugar los discos duros externos. Del mismo modo, el alquiler de películas dejaba espacio para los tablets como el iPad. También se incluyeron nuevos gastos como la depilación láser y los servicios de logopedia. Resulta curioso que otro cambio reciente es que ciertas frutas y verduras han dejado de ser consideradas estacionales porque gracias a la globalización (o quizá deberíamos decir por culpa de ella) están todo el año en los lineales.

¿Como sabe el INE en qué gastamos nuestro dinero? Este organismo estadístico realiza periódicamente la Encuesta de Presupuestos Familiares para averiguar precisamente cómo va cambiando este mix de gastos y amoldar el IPC para que refleje fielmente el gasto medio de los hogares españoles. Si no, seguirían midiendo con el presupuesto de nuestros abuelos.

Los 489 productos

En total se hace el seguimiento mensual del precio de 489 artículos, excluyendo los que están en oferta y los saldos. Los datos se recogen en las 52 capitales de provincia y en otros 125 municipios. No todos los productos se compran en todos los pueblos: los de alimentación (que se estima representan el 18% del presupuesto doméstico) son los que tienen una muestra más amplia, compuesta de 97 pueblos y ciudades.

En total, para llegar a ese número que el INE hace público a mediados de cada mes y del que tantas decisiones depende, se toman 220.000 precios en 29.000 establecimientos por teléfono, fax, correo electrónico o en persona. Un trabajo titánico que acaba reducido a un titular de informativo: “El IPC acaba 2012 en el 2,9%”.