¿Cómo son las familias actuales? Análisis de opiniones en internet

¿Cómo son las familias actuales? Análisis de opiniones en internet

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¿Cómo son las familias actuales? Análisis de opiniones en internet

estudio sobre las familias

En LABORAL Kutxa siempre prestamos atención a cómo respira la sociedad porque sabemos que es la mejor manera de adaptarnos a nuestra clientela. Por eso, realizamos todo tipo de estudios desde análisis económicos hasta investigaciones sobre las opiniones que se vierten en internet. En nuestro último estudio hemos indagado sobre las familias. Este es el resultado de las más de 4.000 opiniones que hemos recogido y estudiado.

Diferencias de opinión entre distintos modelos de familia

Las familias tradicionales y las diversas muestran opiniones muy distintas cuando conversan en internet. Las segundas se centran en exigir sus derechos mientras que las primeras se reafirman en sus valores y reclaman su vigencia, con argumentos que van desde lo económico -que este tipo de familias ahorra gastos al gobierno- hasta lo psicológico -que son mejores para la salud de quienes las componen-.

Según sus comentarios, lo más importante para las familias más tradicionales es el matrimonio, entendido como unión entre hombres y mujeres (un 29% así lo expresa), seguido de la práctica religiosa (23%), la educación de hijos e hijas (27%), las tradiciones (12%) y la política (9%). Se leen opiniones de defensa de la familia tradicional que intentan demostrar que no están en decadencia mientras se arremete contra otros modelos.

Muy distinta es la situación entre quienes se identifican con un modelo más diverso de famlia, especialmente si forman parte activa en el movimiento por los derechos del colectivo LGTB. Desean legitimar otros modelos de familia, denuncian la homofobia y la transfobia y comentan que las confesiones religiosas les rechazan, que no existe aún verdadera diversidad ni igualdad social, y que todavía se utilizan expresiones como “lobby gay” para desacreditar su lucha.

¿Ha cambiado el modo de ver la televisión?

La respuesta es que sí, sin duda. Atrás ha quedado el tiempo de reunir a la familia en el salón para verla (solo un 20% lo hace). Un 30% la ve en la cocina y un 60% dice que cada componente de la familia lo ve por su cuenta, con un dispositivo diferente.

En general, se agradece que las series se hayan adaptado a los nuevos modelos y hayan introducido familias monoparentales, con padres y madres homosexuales, divorciadas, interracionales, compuestas por personas transgénero y establecidas sobre valores antiautoritarios. No ocurre lo mismo con la publicidad, ya que se considera aún hoy muestra comportamientos que responden a modelos desfasados del siglo XX. La madre sigue siendo la que se preocupa de los detergentes y la comida de sus hijas e hijas, los coches se siguen anunciando para padres, las familias son mayoritariamente tradicionales -padre, madre e hijos-, el cuerpo femenino se sexualiza para conseguir ventas e incluso se justifica una sutil violencia machista.

¿Qué pasa con la maternidad y la paternidad?

La conversación de internet ha dejado atrás el relato idílico de la maternidad para reflexionar en términos más realistas. Se habla de nuevos temas como la pérdida de calidad de vida (59% de las opiniones), las molestias post-parto (31%), cómo afecta ser madre a la relación de pareja (11%), las preocupaciones económicas (9%), la repartición de las tareas (6%) o la transformación del cuerpo (4%). Las mujeres anhelan, además, poder decidir sobre la maternidad sin la presión de otras mujeres (la siente un 60% de las mujeres que comentan en internet), de la familia, las amistades o el entorno laboral (un 70%) o incluso de la biología (un 80% señala al “reloj biológico” como elemento decisorio).

Los hombres que han sido padres, por su parte, reclaman su espacio como cuidadores y no seres accesorios a la crianza. Mientras que los que no lo han sido y lo desean expresan la dificultad de poder hacerlo sin tener a una mujer como pareja.

La educación, a debate

Uno de los debates más calientes gira en torno a los sistemas de enseñanza infantil y los límites de las leyes. En concreto, padres y madres se preguntan cómo y dónde pueden educar a sus hijos de manera alternativa a la oficial y una gran mayoría (70%) expresa su deseo de una educación más creativa, sin deberes y con menos exámenes. Por otra parte, cuando hablan de los valores que les gustaría inculcar a niños y niñas mencionan responsabilidad (70%), libertad (20%) y tolerancia (10%).

Ruptura generacional en el uso de redes sociales

Eso es lo que indica nuestro estudio. Padres y madres dicen querer retrasar el momento en que sus hijos e hijas accedan a las redes sociales y anhelan establecer normas o que sean los propios menores los que tengan autocontrol sobre el tiempo que pasan en las redes.

Los jóvenes, por su parte, se sirven de la tecnología para afirmar su sentido de pertenencia a un grupo -más del 70% cree que facilitan hacer amistades- y compatibilizan su “yo” online con el offline. Utilizan las redes a diario -más del 80%-, pero no sienten que estén enganchados aunque conocen a quien sí lo está. Pasan la mayor parte del tiempo comunicándose con sus contactos (30%) o compartiendo contenidos como fotos, vídeos, texto, música y dibujos (39%). También buscando información para trabajos escolares (19%) o pasando el rato con tonterías, como admite un 12%.

Por otra parte, aumentan las personas que, previendo su jubilación, dicen querer construir una “nueva familia” en su misma situación con el fin de convivir los últimos años de su vida. El fenómeno del cohousing va en alza y las personas que se interesan por él quieren saber cómo funciona (40%), qué precio puede tener (30%), si favorece la independencia (20%) y qué tipo de instalaciones se ofrecen.


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